La iconografía es la descripción del tema o asunto representado en las imágenes artísticas, así como de su simbología y los atributos que identifican a los personajes representados. El término está construido por las raíces griegas εἰκών (eikón, imagen) y γράφειν (grapheïn, escribir). Aunque el DRAE recoge la existencia de la palabra latina iconographĭa proveniente de la griega εἰκονογραφία, tales términos no podían tener el sentido con el que se usa por la bibliografía actual, sino otro, similar pero no idéntico: Descripción de imágenes, retratos, cuadros, estatuas o monumentos, y especialmente de los antiguos. Tratado descriptivo, o colección de imágenes o retratos.
Los matices de su diferencia conceptual con la iconología son poco precisos; y en realidad se complementan. La iconografía se ocupa del origen y desarrollo de los temas figurados que se representan en las obras de arte, mientras que la iconología descifra su significado.3
Se denomina iconografía a la ciencia que estudia el origen y la formación de las imágenes, las relaciones de las mismas con lo alegórico y lo simbólico, así como sus respectivas identificaciones por medio de los atributos que casi siempre las acompañan. Como parte de la historiografía del arte, nació en el siglo XIX, pero se desarrolló en las décadas centrales del siglo XX, vinculada estrechamente al Instituto Warburg de Londres, bajo la dirección del historiador y crítico de arte Erwin Panofsky (Studies in Iconology -"Estudios sobre iconología"-, 1939). Definía "iconografía" como "la rama de la Historia del Arte que se ocupa del contenido temático o significado de las obras de arte en cuanto algo distinto de su forma"; y estableció un "método iconológico" para ello, en tres pasos: "descripción preiconográfica" (únicamente sensorial), "análisis iconográfico" (identificación de las imágenes, historias y alegorías contenidas en la obra, pero de forma meramente descriptiva, no interpretativa) y "análisis iconológico" (donde se desarrolla la interpretación en función del contexto histórico, cultural y social -"dilucidar la significación intrínseca o contenido, que se aprehende investigando aquellos principios subyacentes que ponen de relieve la mentalidad básica de una nación, de una época, de una clase social, de una creencia religiosa o filosófica, matizada por una personalidad y condensada en una obra"-).
Los Dioses
Los dioses de la religión griega antigua fueron integrados en el panteón romano mediante su asimilación por los dioses tradicionales con los que compartían características comunes, manteniéndose los nombres latinos y los nombres griegos.
Los llamados dioses olímpicos fueron muy representados por las artes figurativas, especialmente los de la denominada tríada capitolina. El arte clásico, la cerámica griega y los mosaicos romanos fueron vehículos destacados para la narrativa visual de sus mitos, mientras que la estatuaria fue empleada de forma particular para el culto.
Zeus o Júpiter
A Zeus-Júpiter, rey de los dioses, que preside el Olimpo, se le representa como un adulto barbado (como sus hermanos Poseidón-Neptuno y Hades-Plutón, con los que se repartió el mundo). En su aspecto de Jove tonante se le representa lanzando el rayo, su principal arma, que le forjó Hefesto. Como arma defensiva, le forjó la égida con la cabeza de Medusa ( aunque también forma parte del armamento de otros dioses guerreros -especialmente Ares y Atenea-).
Su insaciable lujuria le hizo buscar todo tipo de amantes entre los mortales, y para conseguirlos se transformaba en todo tipo de animales o incluso objetos (toro -Europa-, cisne -Leda-, águila -Ganímedes-, lluvia de oro -Dánae-). La principal fuente para los artistas de época moderna fueron Las metamorfosis de Ovidio.
Hera o Juno
A Hera-Juno, reina de los dioses y diosa del matrimonio y del gobierno del hogar, se la representa como una matrona,7 con un largo cetro y una pátera. El pavo real era su atributo (los ojos que aparecen en las plumas de su cola se interpretaban como muestra de sus celos por las infidelidades de Zeus, especialmente en la vigilancia que encargó al gigante Argos Panoptes -de mil ojos, que no cerraba totalmente ni durante el sueño- sobre la ternera blanca pretendida por el rey de los dioses -Zeus mató a Argos y este se transformó en pavo real-).8 También se consagraron a Juno el halcón y el ganso, apareciendo en algunas de sus estatuas. No se sacrificaban vacas a Juno (porque durante la gigantomaquia se ocultó en Egipto transformada en este animal), sino una oveja joven o un cerdo. También se le ofrendaban el díctamo, la amapola, la granada. Sus sacerdotisas eran particularmente respetadas. En las representaciones alegóricas de los cuatro elementos, Juno representa al aire. El episodio en el que amamanta a Heracles, hijo extramatrimonial de su marido, y un chorro de leche se pierde en el cielo, es el origen.
Atenea o Minerva
Atenea-Minerva, la diosa virgen (Atenea Partenos), también llamada Palas, nacida de la cabeza de Zeus ya armada como un hoplita (con casco, escudo y lanza), tiene como símbolo la lechuza. Otorgó a los atenienses, para obtener su patronazgo, el olivo (surgido de su lanza, en competencia con Poseidón, de cuyo tridente surgió el caballo).
Afrodita o Venus
Afrodita-Venus, la diosa de la belleza y el amor, nació la espuma del mar (en el episodio en que Cronos-Saturno -el tiempo- cortó los testículos de su padre Urano -el cielo-) y sobre la concha de una venera llegó a las costas de Chipre. Fue la vencedora del juicio de Paris, llevándose la manzana dorada de Discordia que también pretendían Juno y Atenea (para lo que tuvieron que desnudarse -en el trance de desnudarse o vestirse se la representa muy a menudo-). Zeus la casó con el más feo de los dioses (Hefaistos-Vulcano, al que debía la forja de sus rayos), pero tuvo amores ilícitos con Ares-Marte (la guerra) de los que nació Eros-Cupido. Entre sus atributos están muchos animales (la cabra, la tortuga, la liebre, el delfín, y especialmente aves -la paloma, la golondrina, el cisne, el gorrión-), las flores, árboles y frutos (especialmente la manzana, la rosa, el mirto, el orégano, el espárrago -en general los olorosos o de forma peculiar, a los que se atribuyen virtudes afrodisíacas, también se le consagraban bosques y jardines-), el lapislázuli, el ceñidor (o cinturón de Afrodita) y el espejo. Se distingue su aspecto de Afrodita Urania ("celestial" o espiritual, que representaba el amor puro -de cuerpo y alma-, para la que no se usaban las libaciones de vino) del de Afrodita Pandemos (la "de todos", que representaba el amor carnal, lujurioso).9 Esa dicotomía se reinterpretó en la civilización cristiana (Amor sacro y amor profano -significativamente, desnuda en el sacro y vestida en el profano-). Comparte muchas características y atributos de otras diosas del ámbito mediterráneo (todas ellas identificadas con el planeta Venus), como Astarté-Ishtar.
Poseidón o Neptuno
Poseidón-Neptuno tiene como atributo el tridente (instrumento de pesca que usa para remover el mar -tempestades- o la tierra -terremotos-) y el caballo (los que tiraban de su carro cabalgaban sobre el mar o en las profundidades (donde vive en su palacio submarino), por lo que se les representa como hipocampos -mitad caballo, mitad pez- o incluso como caballito de mar). También está asociado a cualquier animal marino (como los delfines) y a algunos terrestres, como los toros.
Hades o Plutón
A Hades-Plutón, el soberano de los muertos del inframundo, se le representa muy a menudo entronizado, o en un carro de caballos negros y riendas doradas, junto a la diosa que raptó para convertir en su esposa: Perséfone-Proserpina. La relación de ésta con su madre, Deméter-Ceres; y mitos paralelos de descenso a los infiernos (Nekyia), como el de Orfeo y Eurídice, son también muy reflejados en el arte y la literatura, pues ilustran el tópico de lo invencible del amor. Hades es habitualmente representado con el rostro oscurecido o velado (el "casco de Hades" que le hace invisible), con una cornucopia o con corona de oro, un cetro o una lanza de dos puntas. Un atributo suyo es la llave, como símbolo de su custodia del mundo de los muertos, del que no permite a nadie volver.
Ares o Marte
Ares-Marte, dios de la guerra, fue poco representado en Grecia (asociado a perros y buitres, a la antorcha y a las armas) y más en Roma (donde su atributo era el casco encrestado). Su arma principal es la lanza (su asociado sabino era Quirino -de quiris, "lanza"-).
Apolo o Febo
Apolo-Febo, el dios luminoso de la profecía, las artes y la salud (aunque sus flechas causan la peste), es representado como un joven en la plenitud de su vigor, pero imberbe. Los kuroi arcaicos son representaciones indistinguibles de Apolo o un vencedor de los juegos olímpicos. Su cabeza se rodea de un nimbo que simboliza al sol, y como atributos lleva la lira o cítara (de la que era consumado intérprete -competencia con el flautista Marsias-) y el laurel (planta en la que se convirtió su amada Dafne). Se asocia a las musas. Identificado con Helios, es también el dios del sol, y su carro tirado por caballos alados representa su trayectoria por el cielo.
Dionisos o Baco
Dionisos-Baco, el dios del vino, es representado como un joven andrógino, indolente y entregado a los placeres (en muy raras ocasiones -como el Dionisos pseudo-Sardanápalo- se representa con barba). Se le asocia a la vid y la hiedra (que adornan su tirso -un cetro o bastón fálico rematado por una piña-), y a animales como la pantera o leopardo (que tiraba de su carro), la serpiente y el toro. Se le asocia a las divinidades menores de los bosques, como los sátiros y las ninfas. Su kántharos no podía ser vaciado por más que se bebiera de él. En la interpretación moderna de los dos extremos que caracterizan a la cultura clásica, Dionisos es el reverso de Apolo (lo dionisíaco frente a lo apolíneo). En Roma terminó por asociarse también a Liber, dios plebeyo. Al asociarse a ritos de muerte y la resurrección, aparece a menudo en los sarcófagos.
Hermes o Mercurio
Hermes-Mercurio, dios de los viajeros, comerciantes y ladrones (categorías poco diferenciadas en la Antigüedad), tiene como símbolos iconográficos el caduceo (vara en la que se enroscan dos serpientes), el petasos (sombrero de viaje) y talaria (sandalias aladas).
Artemisa o Diana
Artemisa-Diana, diosa de la caza y los bosques (Potnia Theron -"señora de las bestias"-), armada con arco y flechas, suele representarse ataviada con un vestido corto y botas y acompañada de perros. Se asociaba a la virginidad, a los partos y a las enfermedades femeninas. Se le consagraban el ciervo y el ciprés. Se identificaba también con Cibeles (una diosa madre procedente de Frigia) y con Selene (la diosa lunar -por lo que se la representaba con una corona en forma de creciente lunar-).
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